Cuando vamos a una tienda, a un supermercado, a una librería o a un concesionario de coches, lo hacemos con la intención de adquirir un objeto con un fin determinado. El artículo comprado ha tenido que ser transformado, modificado o mezclado para llegar al estado que lo encontramos, y todo esto ha sido gracias a las diferentes fases del proceso industrial necesarias para su fabricación.
Procesar industrialmente un material ha sido algo que se ha realizado en todos los tiempos, pero fue a partir de la mecanización producida en la Revolución Industrial en el siglo XVIII, donde las técnicas, modos y máquinas empezaron a crecer en número y variedad.
Hoy en día, el Internet de las Cosas ha dado un paso más en la evolución industrial, y ha permitido que las máquinas puedan estar comunicadas entre sí, proporcionando un nuevo concepto en los procesos productivos. Pero, en realidad, pese a las nuevas tecnologías y a los innovadores recursos tecnológicos de la era moderna, las fases del proceso industrial siguen siendo las mismas, ya que para llegar al producto final, los pasos realizados son iguales, solo que se realizan de forma más optimizada.
Qué es un proceso industrial
Pero empecemos por el principio. Un proceso industrial podemos definirlo como el conjunto de operaciones químicas, físicas, mecánicas o eléctricas que permiten fabricar un artículo a través de una modificación o mezcla de las materias primas.
La fabricación de un producto tiene la intención de generar un beneficio económico en su venta. Por ello, los procesos industriales estarán condicionados por diferentes factores como pueden ser la demanda en su consumo, la técnica de fabricación y los recursos disponibles de una empresa para fabricarlo.
Y la mejor forma de obtener un beneficio económico en la operación de un proceso industrial es la implementación de los diferentes pasos de una automatización industrial que permiten la fabricación de los productos en masa. De esta forma se consigue una optimización de costes y un control en los gastos productivos.
La importancia de los procesos industriales en la economía de un país
Si hablamos en términos socioeconómicos, los procesos industriales son muy relevantes en la economía de un país. De no existir, prácticamente el 90 % de los productos que estamos acostumbrados a consumir no los encontraríamos en las estanterías de los comercios a los que vamos. Y si se produjeran de forma artesanal, su coste sería excesivo para la mayoría de la población.
Por otro lado, la clase media que conocemos hoy en día, es una de las consecuencias directas de la llamada Segunda Revolución Industrial, originada a principios del siglo XX.
Por lo que se puede decir, sin temor a equivocarnos, que todas las fases del proceso industrial abaratan y permiten un uso generalizado de los bienes de consumo de un país. Además, hacen más fácil nuestras vidas como consumidores, simplifican los procesos productivos y contribuyen notablemente a la creación de sociedades más prósperas.
Cuáles son las fases del proceso industrial
Pero ¿cómo se transforma una materia prima para llegar al producto final al que estamos acostumbrados? Estas son las fases del proceso industrial:
- Manipulación de las materias primas.
- Operaciones necesarias para acondicionar la materia prima.
- Procesamientos de las materias primas.
- Separación.
- Elaboración final del producto.
Acopio de las materias primas
El inicio de las fases del proceso industrial consiste en la consecución de la mayor cantidad de materias primas disponibles para fabricar el producto, artículo o servicio. Para ello, se contactan con intermediarios o proveedores que ofrezcan sus productos a precios acordes con las expectativas productivas.
Etapa de producción
Una vez que las materias primas están recopiladas o adquiridas, se procede a procesos que las transforman o adaptan para que puedan servir de base en la fabricación del producto previsto. Para ello, es fundamental llevar tareas de monitorización, acompañamiento y control para que el proceso de fabricación se vaya realizando dentro de las expectativas previstas.
Elaboración final
Son las labores necesarias para que el producto se adecúe a las necesidades de los clientes. Es el conjunto de procesos que incluyen la terminación final, comercialización, transporte, distribución a los diferentes puntos de venta, almacenamiento de las existencias y cualquier elemento tangible asociado a la posible demanda de los artículos fabricados.
Tipos de procesos industriales
Aunque las fases del proceso industrial son prácticamente las mismas en la elaboración de diferentes productos, la forma de llevarlas a cabo puede variar en función del método de fabricación elegido.
Pueden distinguirse los siguientes tipos de procesos industriales:
- Por lotes: Este medio de fabricación se basa en la creación de los productos en cantidades o grupos específicos. La producción se realiza paso a paso y se emplea en sectores donde se precisen unos estándares de calidad muy altos o donde los artículos sean muy estacionales.
- Por flujo continuo: La producción se realiza ininterrumpidamente por un periodo determinado. Se consiguen procesos industriales rápidos y eficientes, y se utiliza para la fabricación de productos de consumo diario como el papel, o alimentos como el azúcar o la pasta.
- Por trabajo: Se realiza la producción de un artículo específico bajo demanda. Es el caso de la construcción de barcos o aviones. Requiere una gran cantidad de recursos y de mano de obra.
- En masa: Es de los modelos de producción industrial más empleados. Consiste en la elaboración de miles de productos en una misma serie, con un tiempo definido de inicio y fin. La fabricación de miles de artículos requiere sistemas con alta tecnología y siguen el concepto de a mayor volumen, menores costes, más abaratamiento de los productos y se logra una mayor competitividad en el mercado.
Pese a que los tipos de fabricación pueden ser diferentes, las fases del proceso industrial son las mismas para que podamos encontrar la mayoría de los objetos que utilizamos a diario. Ahora ya podemos entender la importancia que tiene la tecnología en la economía de nuestra sociedad, y gracias a ello, podemos disfrutar de la calidad de los bienes de consumo que tenemos a nuestra disposición.