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Procesos industriales automatizados: ejemplos

El avance de la tecnología y su irrupción en la forma en que los humanos abordan los procesos industriales ha dado lugar a una nueva era, conocida como industria 4.0. En su seno, los procesos industriales automatizados toman la delantera y se postulan como la tendencia hacia la que convergen los nuevos modelos de producción industrial.

¿Qué son los procesos industriales automatizados?

 

La evolución de la automatización en la industria

Históricamente, los humanos hemos intentado utilizar la tecnología que estaba a nuestra disposición para ayudarnos en las tareas que requerían de un nivel de fuerza, precisión o constancia que quedaba fuera de nuestro alcance: desde los sistemas de palanca y polea, pasando por las tarjetas perforadas en la industria textil, hasta la aparición de la máquina de vapor en el contexto de la primera revolución industrial.

Y así, poco a poco, comenzamos a incorporar automatismos para abordar procesos que nos resultaban repetitivos, peligrosos o fatigosos, o que requerían de unas cualidades físicas de las que carecemos: la segunda revolución industrial, que tuvo lugar en la segunda mitad del siglo XX, supuso la gran eclosión de este tipo de procesos

La automatización de procesos industriales en la actualidad

Bajo el paraguas del avance en la ingeniería se permite el diseño y fabricación de nuevos componentes para la automatización, así como su inclusión en sistemas más complejos, que son capaces de abordar gran cantidad de procesos industriales automatizados.

Gracias a ello, se consigue aumentar la producción, prevenir riesgos durante el proceso para los operarios, e incrementar la calidad del producto terminado. Además, se logran unos niveles de uniformidad en los lotes de producción que son prácticamente imposibles de conseguir exclusivamente por la acción humana.

Todo ello redunda en la mejora de la competitividad de la industria, que va poco a poco alcanzando cotas de rendimiento imposibles de imaginar hace un par de siglos, y extremadamente difíciles de mantener sin la presencia de tales componentes y procesos.

La automatización industrial y los puestos de trabajo

La gran contrapartida que surge de estos avances es la transformación del mercado laboral relacionado con la industria: paulatinamente, las profesiones que aportan menos valor se ven desplazadas por el trabajo de las máquinas, ya que estas son capaces de realizar tareas repetitivas a gran escala y con enorme precisión.

En su lugar, también surge la necesidad de perfiles profesionales especializados en la ingeniería y el diseño de los componentes que forman parte de estos procesos, así como en su mantenimiento y comercialización.

De esta forma, los operarios humanos pueden aportar más valor y llegar a donde las máquinas no llegan: difícilmente la mente y los sentidos humanos podrán ser reemplazados por máquinas industriales, dando lugar a una sinergia entre el hombre y la máquina, en la que cada uno aporta lo mejor que sabe hacer.

Algunos ejemplos de procesos industriales automatizados

En el escenario industrial actual, podemos analizar ciertos ejemplos de procesos industriales automatizados y darnos cuenta de la fuerza con la que están implantados; quizá nos resulte difícil imaginar cómo era la producción industrial antes de dichos avances.

Tales progresos son posibles gracias a la existencia de empresas de automatización industrial, que invierten su tiempo y sus recursos en diseñar y fabricar los componentes de los que forman parte los procesos industriales automatizados.

La automoción

¿Cómo eran las cadenas de producción de coches hace dos siglos? No se parecían en nada a las actuales, pero a medida que pasaron los años los fabricantes de automóviles se dieron cuenta de la necesidad de incorporar la automatización a sus procesos.

Hoy en día, la fabricación de automóviles es un claro ejemplo del éxito de los procesos industriales automatizados: los coches se fabrican en cadenas de producción mediante robots programables, que dan forma a los chasis, motores y demás componentes, dando lugar a una elevada producción en serie con precisión milimétrica.

Procesos industriales automatizados

La industria farmacéutica

La distribución de medicamentos es otra gran beneficiada de la evolución de la automatización a escala industrial: estos hacen posible que los procesos de encapsulado, creación de blísteres o empaquetado se puedan abordar a gran escala, con una sensible reducción de las posibilidades de error.

La minería

La explotación minera también se ha beneficiado de los procesos industriales automatizados. Una tarea que ha recaído históricamente sobre los hombros de los mineros ahora es asistida por vehículos robóticos de exploración y excavación, que reducen sensiblemente los riesgos a los que siempre están expuestos estos héroes subterráneos.

La agricultura

Las profesiones relacionadas con la explotación agrícola también se han caracterizado por un fuerte componente de factor humano. La introducción de maquinaria especializada da como resultado una optimización del proceso de cosecha, así como una mayor eficiencia en el control de plagas.

¿Qué ventajas e inconvenientes presentan los procesos industriales automatizados?

Algunas de sus ventajas pueden ser:

  • Mejora de la eficiencia de los procesos productivos.
  • Incremento de la calidad del producto final.
  • Reducción de las posibilidades de errores durante el proceso.
  • Mayor control logístico del inventario y de la producción.
  • Ahorro en los tiempos de ejecución de los procesos.
  • Reducción global de los costes de producción.
  • Aumento de la competitividad de la empresa en el mercado.
  • Incremento de la seguridad laboral de los operarios, con menor riesgo de accidentes.

En cuanto a alguno sus inconvenientes:

  • Elevado coste inicial, dado que la inversión requerida al principio puede ser considerable.
  • Dificultad de adaptarse a cambios en los trabajos, por lo costoso de reprogramar los procesos automatizados.
  • Necesidad de control y mantenimiento de piezas y equipos, que están sujetos a desgaste.
  • Limitaciones inherentes de las máquinas, en contraposición a las características de la percepción humana.
  • Pérdida de empleos no cualificados, y necesidad de reconversión hacia perfiles profesionales especializados.