Aunque las conocemos con otro nombre todos estamos rodeados de válvulas de control en nuestra vida diaria, ya que el grifo que abrimos en el lavabo es una de ellas. En este caso, dentro de los tipos de accionamiento de una válvula se clasificaría en las manuales.
Estas válvulas tienen muchas maneras de funcionar y en la industria se usan varias. De hecho ahora es posible el diseño de sistemas de automatización para que no haya intervención humana a la hora de abrir o cerrar una de ellas.
¿Qué es una válvula de control?
Dicho en palabras que todos podamos entender no es más que un grifo y con términos algo más técnicos un dispositivo que abre o cierra una vía por la que circulan fluidos con el fin de controlar su flujo.
El grifo de casa es una, ya que podemos abrir o cerrar esa válvula para que un fluido (el agua) salga o se mantenga en la tubería, aunque su uso no se restringe al ámbito doméstico.
Se emplean mucho en todo lo referente a la fontanería, gas y calefacción y también las vamos a ver en los procesos industriales donde son fundamentales.
Tipos de accionamiento de una válvula de control
Podemos encontrar dos tipos de válvulas de control si atendemos a la forma en la que se abren y cierran, los cuales se dividen en varios subtipos.
Válvulas de accionamiento manual
Con el fin de que funcionen se necesita de la intervención de una persona y algunas de ellas se pueden regular, mientras que otras solo tienen la posición de abierto o cerrado.
Válvula de esfera
Muy común incluso en algunas viviendas, toma el nombre de una bola que es la que regula el paso de los fluidos. Es metálica y tiene una maneta que cuando está alineada con la válvula significa que el líquido pasa.
Válvula de compuerta
Esta es muy sencilla y consiste en una compuerta rectangular o redonda que se abre o se cierra sin apenas posibilidad de regularse, lo que significa que no se puede emplear en procesos en los que los fluidos se tengan que detener en varias ocasiones.
Válvula de mariposa
Una de las preferidas en la industria química y únicamente tiene dos posiciones: abierta o cerrada.
Entre ellas tenemos las válvulas de retención, que cuando se abren únicamente dejan que los líquidos pasen en una dirección que se marca en la misma pieza con una flecha.
Por ejemplo, la podemos ver cuando se trabaja con aguas sucias, ya que no permite que vuelva hacia atrás contaminando otros procesos y también para sacar agua de los pozos, pues así el agua no vuelve y no hay que cebar de nuevo las bombas.
Válvulas de accionamiento automático
Aquí no solamente debemos pensar en sistemas de automatización con sensores conectados a una centralita pues aunque existen y ahora mismo se están montando en muchas industrias para mejorar los procesos y la productividad, este tipo de válvulas existen desde hace décadas.
Mediante su fabricación, y usando la misma fuerza de los fluidos, se consigue que actúen sin que haya ninguna persona pendiente de su funcionamiento.
Limitadoras de caudal
Este tipo de válvulas se fabrican para que trabajen con un caudal predeterminado y no dejen pasar más. De esta forma cuando el flujo es superior se pueden cerrar y si es inferior se abren por completo ellas solas.
Eluden el consumo excesivo de líquidos (o que en un proceso industrial llegue una cantidad que no es la adecuada) y también evita que se pierda el suministro pues cuando esté baja la válvula se abre con el fin de que pase un caudal mayor.
De alivio de la presión
Se diseñan para que cuando lleguen a una presión determinada se abran evitando que un dispositivo o una tubería exploten.
En nuestras viviendas podemos verlas en los calentadores eléctricos. A veces pierden agua y es por esa válvula que se ha abierto debido a que la presión del suministro de la compañía del agua es excesiva.
Gracias a esa válvula se consigue que el calentador no explote por la presión, lo cual podría provocar un accidente grave.
Válvula de flotador
Dentro de la cisterna del servicio encontramos otra válvula automática de lo más simple y que usa la misma agua para funcionar.
La bola (ahora hay diferentes sistemas) flota en el agua y conforme baja o sube permite que entre agua de la tubería o la corta por completo sin que nosotros tengamos que preocuparnos por nada.
Válvulas de accionamiento eléctrico
No debemos olvidarnos de las válvulas que se accionan de manera eléctrica. Aquí hay varias formas de hacerlo, con un electroimán, con un relé o a través de un imán servopilotado.
Esto permite que funcionen con independencia de la presión o el flujo del líquido que se esté controlando y se pueden accionar desde una sala de control mediante un ordenador que puede dar la orden por la intervención de una persona que está controlando los procesos o de modo automático dependiendo de unos parámetros ya configurados.
Los tipos de accionamiento de una válvula son casi infinitos, aunque los subdividimos en manuales y automáticos. Todos hemos usado una alguna vez (los grifos de casa son válvulas) y muchas de ellas funcionan de manera automática por la misma presión o flujo de los líquidos que controlan, aunque no debemos olvidar a las que lo hacen mediante corrientes eléctricas y están accionadas por ordenador.