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Tipos de fotocélulas

A nuestro alrededor hay muchos tipos de fotocélulas, algunas con varias décadas a sus espaldas que se usan en la industria y en algunos lugares por los que pasamos a diario como los garajes.

El funcionamiento no puede ser más sencillo, ya que se sirven de dos componentes. Uno emite una luz y otro la recibe, siendo este último el responsable de detectar que hay una variación en el haz de luz del emisor.

De barrera

Entre todas las fotocélulas que encontramos en el mercado, esta es la más fiable de todas debido a la manera en la que se instala, ya que el receptor y el emisor están en piezas distintas que se enfrentan entre sí.

De esta forma, se consiguen distancias de detección muy largas (si sabemos cómo funciona un sensor magnético las distancias son parecidas) y que el color de los objetos que tienen que detectar no influya para nada a la hora de colocar la fotocélula.

Además, debido a que se separa en dos piezas, el emisor puede usar toda la potencia para enviar la luz al receptor, por lo que este tipo de fotocélulas funcionan muy bien en entornos en los que hay mucha suciedad y humedad en el ambiente, como ocurre en algunas industrias.

Por supuesto, la fotocélula de barrera también tiene sus inconvenientes. El primero es que no sirve para detectar objetos transparentes, ya que la luz del emisor los suele atravesar. El segundo es que se necesita hacer una instalación eléctrica doble, una para el emisor y otra para el receptor.

Autorreflexivas

Otro de los tipos de fotocélulas son las autorreflexivas, cuya diferencia principal con las anteriores es que tanto el emisor como el receptor van en el mismo cuerpo o pieza.

Así, aquí la luz no se emite en un haz que llega al receptor que está en el otro lado, sino que rebota en el objeto y vuelve al receptor, lo que la convierte en una fotocélula mucho más económica que la de barrera.

Como siempre ocurre, tiene sus ventajas y desventajas. Entre las primeras, además del precio, está el que su montaje es más rápido y que apenas ocupa espacio, por lo que se pueden colocar en aquellos sitios en los que no cabe una célula de barrera.

Sobre las desventajas, las distancias de detección son mucho más cortas que en el caso de las fotocélulas de barrera y además dependen del color de los objetos que tienen que detectar, afectándoles mucho la humedad alta y la suciedad hasta el punto de que las puede inutilizar.

Volviendo al color de los objetos a detectar, influye tanto que los fabricantes dan las distancias basándose en un valor en el que se usa un papel de color blanco de 10 cm cuadrados, aunque los componentes se han ido mejorando y ahora las podemos encontrar de tres tipos, afectándoles menos los colores.

Básicas

Son las más antiguas y de ahí que la distancia a la que detectan el objeto se vea muy afectada por su tonalidad, debido a que cada color refleja la luz de una manera distinta.

Con supresión de fondo

Hay ocasiones en las que por espacio solo es posible colocar una célula fotoeléctrica autorreflexiva, de manera que los fabricantes han ido trabajando con el fin de mejorarlas.

Uno de los resultados es esta fotocélula, que para funcionar tiene en cuenta la luz que recibe al rebotar en el objeto, pero que utiliza la geometría para calcular la posición del objeto mediante la triangulación.

Así consigue delimitar un área que es donde va a estar el objeto que tiene que detectar, ignorando todo lo que hay detrás, con el fin de que el color no le afecte demasiado.

Supresión de plano

Funcionan como las anteriores, pero se calibran no para ignorar el fondo, sino para que detecten los objetos que pasan por ese fondo sin tener en cuenta a los demás. Este tipo de célula es el que más se emplea en las cintas transportadoras de las fábricas.

Reflexiva con reflector

Emisor y receptor están en un solo encapsulado y se añade un reflector que es el que hace que la luz se refleje y vuelva al emisor. De este modo, cuando un objeto pasa por delante, no deja que la luz llegue al reflector, que puede ser un espejo, y al no rebotar tampoco llega al emisor.

Con este tipo de fotocélula el color no influye en la distancia de detección y como el emisor y el receptor va en un solo cuerpo, solo se necesita un punto de luz, además de que el espacio que se requiere para la instalación es pequeño.

Por su funcionamiento, también hace falta que los objetos a detectar tengan cierta opacidad y se puede decir que es un punto intermedio entre las fotocélulas de barrera y las autorreflexivas.

En cuanto a la opacidad de los objetos, los fabricantes de este tipo de componentes han trabajado en una versión mejor usando espejos polarizados, los que apenas afectan los reflejos. De esta manera, estas fotocélulas mejoradas son capaces de trabajar incluso con elementos transparentes sin verse afectados.

Ahora existen muchos tipos de fotocélulas, las cuales hacen que las industrias puedan funcionar, permitiendo automatismos como la detección de objetos a velocidades en las que el ojo humano no puede trabajar. Cada una de ellas tiene un entorno de trabajo ideal, de manera que en los procesos de producción siempre se puede elegir la más adecuada a cada circunstancia.