En la industria siempre caminan sobre una delgada línea que separa las pérdidas y los beneficios en sus sistemas de producción. Por eso conviene saber qué es un sistema push de producción y sus diferencias con el sistema pull.
De esta decisión, y de las mejoras en líneas de producción puede depender la viabilidad de una empresa, pues si se opta por el sistema inadecuado o se tendrá una enorme cantidad de stock sin vender o no se podrá satisfacer la demanda.
¿Cómo se trabaja con un sistema push?
Para ver qué es un sistema push de producción tenemos que irnos a una empresa en la cual haya un proceso en el que se fabriquen bienes distintos.
Esta elaboración requiere de materias primas y tanto para almacenar las materias primas como los productos que se van a vender es necesario un espacio, además de hacer una inversión para comprar estos productos básicos, transformarlos, pagar a los trabajadores, etc., que se adelanta con la esperanza de poder poner en el mercado esos bienes de consumo.
Así, en el sistema push la idea es fabricar por adelantado teniendo en cuenta la demanda que los productos han tenido durante los años anteriores, con el fin de satisfacer a los clientes cuando estos comiencen a hacer los pedidos.
En las fábricas, en muchas ocasiones, no se usa este sistema con todas las referencias que tienen, sino solo con aquellas que saben que tienen una salida rápida de los almacenes.
Al adelantar la producción a las necesidades de los clientes siempre se corre el riesgo de que haya cambios en el mercado, o de que venga una pandemia, y la producción se quede en los almacenes esperando, lo que supone unos sobrecostes enormes y el riesgo de que la empresa tenga que cerrar.
¿En qué se diferencia del sistema pull?
El sistema pull es todo lo contrario. Aquí nada se hace por adelantado y se espera a que los clientes demanden los productos, a que hagan los pedidos a fábrica para comenzar a trabajar.
Por eso, lo normal es que en sus almacenes no haya apenas inventario, que estén casi vacíos ahorrándose el coste tanto de almacenar las materias primas como de guardar la producción ya terminada en espera de los clientes.
Este almacenamiento tiene un coste que dependiendo del tipo de producto puede ser alto (pensemos en lo que cuesta guardar productos peligrosos como los ácidos), de forma que el sistema pull tiene una gran ventaja en este aspecto.
Además, también se ahorran costes al predecir la demanda futura, unos estudios que en determinados sectores pueden ser muy caros si se hacen con precisión.
No hay que olvidar que el funcionamiento del sistema pull es mucho más complejo y que debe haber una buena conexión entre todos los actores del proceso, para que al almacén lleguen los componentes a tiempo y no haya que parar la fabricación porque un proveedor no ha entregado el pedido cuando más lo necesitamos.
De este modo, se puede decir que la principal diferencia del sistema push con respecto al pull es que en el primero el stock siempre está asegurado y que los tiempos de aprovisionamiento no son tan estrechos.
¿Qué ventajas tiene?
Hemos visto que el sistema push tiene sus inconvenientes, también los tiene el pull, pero se usa en todo el mundo porque ofrece grandes ventajas.
Costes de fabricación más bajos
Las economías de escala son las que permiten que los productos se fabriquen por menos dinero, algo que es una ventaja fundamental en el mercado, que demanda calidad a la vez que no quiere pagar demasiado.
Para que la economía de escala funcione hay que fabricar en grandes cantidades y eso es lo que permite el sistema push, que produce mucho para tener siempre los almacenes bien provistos anticipándose a la demanda de sus clientes.
Sistema de producción rápido
Cuando hablamos de qué es un sistema push de producción la logística es uno de los aspectos más importantes, pues es necesario tener los almacenes llenos de los materiales que se necesitan para fabricar el producto.
Se pueden encender las máquinas en cualquier momento sin esperar a que los proveedores traigan todo lo necesario para empezar a producir, lo que significa que lo pueden hacer a toda velocidad a diferencia de lo que pasa con el sistema pull.
En los sistemas pull los almacenes suelen estar vacíos, de manera que no pueden producir de manera rápida y a veces ni siquiera lo pueden hacer porque pueden encontrarse con que no tienen materias primas.
Se evitan las roturas de stock
Uno de los mayores problemas que se puede presentar cuando hablamos de procesos de fabricación es la rotura de stock, de la cual estamos oyendo hablar mucho desde que empezó la pandemia.
La rotura se puede dar porque no hay materias primas para el producto que vendemos, basta con que falte una para que no se pueda fabricar, o porque haya una demanda repentina en el mercado, como paso con el material sanitario al principio del Covid, en donde pasamos meses sin tener todo lo necesario para luchar contra la enfermedad.
Es cierto que en un sistema push las roturas de stock también se pueden producir, pero es mucho más difícil, puesto que siempre hay materia prima en el almacén para fabricar y a su vez en esos mismos almacenes hay una gran cantidad de producto listo para vender.
Si la demanda es muy alta también se puede dar la rotura de stock, pero esto sucedería pasado un tiempo, mientras que con el sistema pull esta incapacidad para satisfacer la demanda se vería al principio, nada más comenzar a hacer pedidos a un ritmo más alto de lo normal.
Usando las mascarillas como ejemplo, con el sistema push la rotura de stock se habría producido en semanas o meses (la demanda era tan alta que era imposible de predecir), mientras que con el sistema pull se habría producido desde el principio.
En el caso de querer saber más sobre los tipos de producción contacta con nosotros para que te podamos dar más detalles y ayudar en la decisión de qué sistema emplear dependiendo de lo que fabriques.
Ya sabemos qué es un sistema push de producción y cuáles son sus ventajas con respecto al sistema pull. Ambos tienen sus ventajas e inconvenientes, de manera que en cada industria tendrán que estudiar cuál les conviene para poder satisfacer la demanda de sus clientes sin acumular cantidades enormes de stock.