Los procesos industriales forman parte de la estrategia empresarial y como tal, deben ser optimizados al máximo para permitir una consecución de objetivos, cuyo resultado final es el beneficio económico de una actividad. Conocer qué es un automatismo industrial es necesario para todo esto, ya que son instrumentos que permiten la realización de los procesos más rápidamente y pueden introducir a una industria en el siglo XXI.
Y esto implica dos cosas fundamentales: rapidez y menor coste, algo fundamental, ya que permite a una empresa ser competitiva y la ayuda a posicionarse en el mercado. Analicemos en qué consisten y qué útiles pueden ser en una actividad empresarial.
Qué es un automatismo industrial y qué ventajas tiene
El automatismo industrial puede definirse como el conjunto de las aplicaciones de varias tecnologías orientadas a controlar y monitorizar una máquina, un proceso, un aparato o cualquier tipo de dispositivo que realiza tareas repetitivas y que funciona automáticamente, prescindiendo al máximo de la intervención de un humano para ello.
El objetivo de todo esto es fabricar la mayor cantidad de productos posibles en el menor tiempo, manteniendo unos estándares de calidad y reduciendo al mismo tiempo, sus costes.
Una vez entendido qué es el automatismo industrial, se pueden identificar fácilmente varios ejemplos de procesos industriales automatizados. Las cadenas de producción en el sector de la automoción es un ejemplo muy válido, o los procesos de empaquetado o encapsulado en el sector farmacéutico es otro.
La mayoría de las industrias que utilizan metodologías modernas como la denominada industria 4.0, emplean estas estrategias, ya que comportan las siguientes ventajas:
- Mejoras de productividad y calidad, reduciendo considerablemente los costes productivos.
- Sistemas de producción y gestión integrados en el mismo proceso.
- Reducción de trabajadores, disminuyendo considerablemente los costes en mano de obra.
- Incremento en el stock de los productos debido a una mayor rapidez en los procesos.
- Mayores controles logísticos.
- Menor riesgo de accidentes en las personas.
- Reducción de errores en el proceso productivo.
Las ventajas proporcionadas son considerables, pero no se puede negar que los procesos de automatización industrial también conllevan desventajas como pueden ser la pérdida de empleos, una mayor contaminación debido al uso de motores y una pérdida en versatilidad originada por la ausencia del componente humano en el proceso productivo.
Cómo funciona un automatismo industrial
Si nos atenemos a la definición anteriormente dada de qué es un automatismo industrial, podremos colegir que, para que pueda desarrollarse un proceso repetitivo y automático, es necesario disponer de los elementos de control necesarios para programarlo, verificarlo y llevarlo a cabo. Y para ello, será necesario el uso de la robótica y del uso de diversos componentes para la automatización.
A partir de esto, puede definirse el siguiente esquema de fases para saber cómo funciona un automatismo industrial:
- Fase de supervisión: es donde se visualiza y parametriza el proceso industrial. Y para ello, es necesario el uso de ordenadores son sistemas operativos y softwares especiales que controlen los procesos productivos de la industria. Para que esto pueda ser posible, deberán estar conectados a todas las unidades donde se produzcan los automatismos.
- Fase de control: dedicada a ejecutar la automatización. Para ello, deben usarse PLC o controladores lógicos programables, capaces de realizar la computación en tiempo real. En definitiva, lo que hacen es que todo el proceso pueda realizarse de acuerdo a una programación fijada.
- Fase de campo: por último, son necesarios dispositivos que permitan realizar las acciones para los procesos y otros que sean capaces de recoger diferentes informaciones para ir verificando que el proceso se realiza adecuadamente. Los primeros pueden ser actuadores, capaces de realizar diferentes operaciones como aperturas de válvulas o accionamiento de motores. Los segundos, son los sensores, y su función es la medición de diferentes propiedades como pueden ser la temperatura o la presión que sirven para controlar el buen desarrollo del proceso. Todos estos elementos deben estar conectados con los ordenadores centrales, quienes son los que tienen que informar de la validez de todo el conjunto.
Todo esto forma parte de lo que actualmente se está llamando industria 4.0 o ciberindustria o industria inteligente, y en definitiva, no deja más que ser una estrategia basada en la necesidad de una comunicación y programación de un conjunto de elementos interconectados entre sí que permitan un automatismo eficaz del conjunto de los procesos necesarios en un sistema productivo.
Tipos de automatismos industriales
Una vez que sabemos qué es un automatismo industrial, es conveniente conocer qué tipos son los más utilizados por las empresas a la hora de fabricar y comercializar sus productos.
Esta puede ser una buena clasificación de los tipos de automatismos industriales existentes:
- Automatización fija: utilizados en procesos muy específicos. En ellos, no se permiten modificaciones en el diseño de los productos. Son los más indicados para aquellas industrias que tienen como objeto la elaboración de productos estables durante un largo periodo de tiempo.
- Automatización programable: tecnología indicada para empresas que se dedican a la fabricación de productos por lotes. Permiten la reprogramación de los diferentes productos. Sin embargo, es un proceso que puede implicar bastante tiempo.
- Automatización flexible: permite un cambio en los equipos de forma bastante rápida. De esta forma, pueden producirse diferentes productos con buenos rendimientos en cuanto al tiempo se refiere.
- Sistemas integrados de automatización: son un conjunto de máquinas y datos que permiten realizar diferentes procesos independientes entre sí, bajo un mismo mando de un sistema de control. De esta manera, se pueden integrar diferentes procesos y todas las herramientas necesarias para ello, utilizando una programación central y un control de producción general. Además, los procesos son totalmente independientes pudiendo emplearse diferentes softwares, herramientas y dispositivos necesarios para su funcionamiento de forma autónoma, pero siempre coordinados y dirigidos desde un mando central.
La industria 4.0 o cuarta revolución industrial está aquí y para ello, es necesaria la utilización de diferentes herramientas capaces de interconectarse entre sí para poder permitir un funcionamiento conjunto y autónomo, en la medida de lo posible, de todos sus procesos productivos.
Conocer qué es un automatismo industrial, permite entender cómo es la industria del siglo XXI y cómo puede aprovechar todos los avances tecnológicos en robótica y programación para alcanzar la máxima competitividad en el mercado.