La pregunta de cómo mejorar la productividad industrial se la llevan haciendo los ingenieros varias décadas, en las que han ido diseñando sistemas con el fin de conseguirla hasta llegar al momento actual, a lo que se conoce como industria 4.0.
El resultado se ha alcanzado, sobre todo, mediante la automatización de procesos, que ha llevado a la fabricación de productos a otro escalón, a unos niveles de productividad que hace unas décadas solo se podían soñar.
Se pueden realizar tareas repetitivas sin intervención humana
Esta automatización industrial, que ha sido la responsable de la mejora de la productividad en las industrias, no es más que la aplicación de la tecnología que tenemos ahora mismo para controlar y monitorizar las máquinas.
Eso permite que funcionen sin apenas intervención humana, y lejos de perjudicar a los empleados, si les preguntamos nos dirán que se han librado de tareas que no eran agradables y no conciben volver a trabajar como lo hacían antes.
Por ejemplo, en la producción de productos agroquímicos que ahora están en boca de todos debido a la escasez, la automatización puede controlar parámetros como la velocidad, presiones, niveles de líquido, caudales, etc.
Además, en las empresas que se dedican a crear equipos de este tipo fabrican otros complementarios, de forma que se pueden limpiar tuberías, mezclar, limpiar máquinas de manera automática, almacenar materias primas, todo sin que los trabajadores tengan que intervenir.
Las máquinas han conseguido optimizar mejor el tiempo
Una buena gestión del tiempo es fundamental con el fin de que la productividad crezca y esto se ha logrado llevar a otro nivel gracias a la automatización.
No hablamos de que se saque más producción en menos tiempo, sino que se ha conseguido librar a las personas de tareas que no les aportaban nada, de aquellas pesadas, aburridas y repetitivas.
De esta manera, los trabajadores ahora disponen de más tiempo para centrarse en mejorar los procesos, a la vez que se sienten más valorados y motivados, pues notan que están haciendo algo más que poner tapones a botellas durante toda su jornada laboral.
Usando el big data
Con la automatización se han podido llenar los equipos industriales de sensores que dan todo tipo de información, a través de la cual se pueden crear informes muy detallados.
Gracias al análisis de esa enorme cantidad de datos, los especialistas de la empresa ven en qué partes es posible mejorar la productividad, aumentando los beneficios de la compañía y reduciendo costes si se puede.
Monitorizando procesos en tiempo real
Relacionado con el punto anterior, tenemos la posibilidad de monitorizar eventos en tiempo real, los cuales llegan a los técnicos a través de pantallas, la clásica imagen de una fábrica actual en la que apenas hay nadie en la zona de producción, mientras que la sala en la planta superior está llena.
Se sabe qué hace cada máquina en todo momento, lo que ayuda a tomar decisiones al minuto en función de la producción de los equipos, pues si se están fabricando botellas de plástico hay un contador que dice cuántas salen en cada segundo.
Se detectan los puntos en los que hay una productividad menor
En una pequeña empresa enseguida se dan cuenta de si hay una zona en la que la producción es más baja, pero en una fábrica grande esto no es sencillo, ya que si un equipo es menos productivo los datos se diluyen al mezclarse con los de otros que lo son mucho más.
Con la automatización de procesos y la información en tiempo real es muy fácil detectar estos problemas, ubicarlos y ver qué se puede hacer para solucionarlos.
¿Qué ventajas tiene la mejora de la productividad mediante los automatismos?
La mejora de la productividad a través de la automatización posee varias ventajas que tienen mucho que ver con fabricar un producto de una mejor calidad.
El resultado siempre es el mismo
Hay artículos que necesitan tener unas dimensiones precisas, como los que se emplean en los motores de los coches.
Aquí hay que tomar muchas medidas, y sin la automatización es muy complicado que las cotas siempre sean las mismas, por no decir que las posibilidades de que esto sea así son nulas, por lo que habría que desechar varias piezas cada vez.
Esto significa que las piezas siempre van a tener la misma calidad, evitando que un lote sea perfecto, mientras que otro venga defectuoso y se rompa cuando los clientes lo empiecen a usar.
Se elimina el error humano
Los humanos cometemos errores y es imposible que durante ocho horas estemos concentrados todo el tiempo. Además, basta con unos segundos con el fin de que algo se haga mal, produciendo un desastre.
Meter mal una sola medida puede generar miles de piezas con errores, algo que los automatismos evitan, pues no cometen fallos ni tienen fatiga a medida que avanza la jornada laboral.
Es posible fabricar productos muy complejos
Las manos de los trabajadores y los ojos tienen sus límites. Es cierto que hay empleados que consiguen resultados increíbles, pero sin la automatización no sería posible la creación de piezas complejas, esas de un tamaño minúsculo y con varios ajustes que son imposibles para una persona.
De hecho, sin la automatización, muchos de los bienes de los que disfrutamos no se podrían fabricar, pues el nivel de miniaturización al que ha llegado la industria solamente ha sido factible gracias a que las máquinas funcionan solas.
La automatización es la respuesta a la pregunta de cómo mejorar la productividad industrial. Gracias a ella ahora se puede fabricar más con menos esfuerzo, librando a los trabajadores de las tareas más ingratas y pesadas. Contacta con nosotros si quieres saber cómo llevar estos procesos a tu empresa.